Riego del olivar.
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El olivo es un cultivo mediterráneo capaz de soportar la sequía y las altas temperaturas propias del verano. Por esta razón, era un cultivo que, tradicionalmente, se implantaba en un régimen de secano. Sin embargo, en las últimas décadas esto ha ido cambiando y una buena parte de la superficie dedicada al cultivo de olivos ha pasado a ser de regadío, debido a la escasez de precipitaciones y al aumento de las temperaturas. En este artículo veremos una técnica denominada riego deficitario controlado con el que se emplea menos agua de la que teóricamente haría falta sin afectar a la producción de aceitunas o aceite, en su caso.
¿Cuándo regar los olivos empleando el sistema del riego deficitario controlado?
Como ya se ha comentando, el olivo es una especie que tolera bastante bien la sequía y las altas temperaturas, pudiéndose desarrollar
en condiciones de secano. No obstante, un aporte complementario a la de las precipitaciones se ha mostrado bastante eficaz, especialmente, en aquellos años de bajas precipitaciones.
Uno de los sistemas de riego que se está implantando en los olivares es el del riego deficitario controlado, una técnica consistente en emplear menos agua de la que teóricamente puede
usar el cultivo, recortando el riego en aquellas fases del ciclo vegetativo del olivo menos sensibles al estrés hídrico, todo ello sin afectar a la producción.
En este punto, sería conveniente conocer las distintas fases del ciclo del olivo, ya que dependiendo de la fase en la que se encuentre el olivo, éste será más o menos sensible al estrés
hídrico, y de esta forma, sabremos en qué momento hacer hincapié en los riegos o, por el contrario, cuando recortar el aporte de agua.
Las fases del ciclo del olivo son las siguientes:
- Brotación: Es una etapa del ciclo que consiste en la brotación de las yemas para dar lugar a nuevas ramas y, por tanto, a nuevas flores.
La brotación comienza a finales de febrero hasta el mes de abril. En este periodo, habrá que hacer hincapié en los riegos si las lluvias no son abundantes.
- Floración: A continuación de la brotación, tenemos la floración, proceso por el cual las flores hermafroditas darán lugar a nuevos frutos, mientras que las flores machos liberarán grandes
cantidades de polen para iniciar la fecundación. La floración se inicia a mediados de abril hasta mayo. Es una etapa sensible al estrés hídrico, siendo necesario un buen aporte de agua.
- Cuajado: Ocurre a finales de mayo, cuando las flores desprenden sus pétalos al ser fecundadas, hasta octubre. En este periodo, se produce el crecimiento de la aceituna. No obstante,
hay que tener en cuenta que en los meses de julio y agosto, el olivo entra en una fase de parada estival, en la que se produce el endurecimiento del hueso de la aceituna. En este periodo de parada, habrá que recortar el riego
En septiembre, con las bajadas de las temperaturas y el aumento de la humedad, se rompe ese estado de letargo y comienza el crecimiento de las aceitunas. Tanto en septiembre como en octubre empezaríamos a hacer hincapié con el riego.
- Envero: En esta etapa, la aceituna cambia de un color verde intenso a un verde amarillento y se produce, generalmente, en el mes de octubre. Es una fase que requirirá de riegos si las lluvias en aquella fecha sean escasas.
- Maduración y recolección: Etapa final del ciclo del olivo, dándose de noviembre a diciembre. Al igual que el envero, aportar agua si las precipitaciones no son abundantes.