Cómo saber si una sandía está madura para cosechar.

A la hora de cosechar las sandías, es importante saber diferenciar los frutos maduros de los que están verdes. Para ello, nos vamos a fijar en una serie de características propias de las sandías maduras que nos permitirá reconocerlas con muy poco margen de error y disfrutar, de este modo, de unas sandías dulces y jugosas. A continuación, te muestro los métodos que yo sigo y que funcionan de maravilla para identificar aquellas sandías que están listas para ser cosechadas.

Observa el rabillo.

Junto al pedúnculo de la sandía, puede observarse como una especie de rabillo. Si ese rabillo está completamente seco, nos indicará que la sandía está madura. Si está verde o aún no está completamente seco, entonces dejaríamos la sandía unos días más para que siga madurando.

Observa el color de la cáscara.

Fíjate en el color de la cáscara, si tiene un verde brillante o un verde mate, ya que si brilla, lo más probable es que aún no esté madura, mientras que el verde mate nos indica que podría estar madura. Sin embargo, lo mejor sería observar la zona donde reposa la sandía, la parte que ha estado en contacto con el suelo. Si esta parte es de color blanco tirando a amarillo, es señal de que la sandía está madura. Si por el contrario, la mancha es de color blanco tirando a verde, todavía le faltan unos días.

Golpea suavemente la sandía con los nudillos.

Este método es un clásico y consiste en dar pequeños golpes con los nudillos o bien con un dedo para escuchar el sonido que hace. Una sandía madura debe tener un sonido hueco y apagado, similar a golpear un tambor. Si el sonido es agudo y metálico, es probable que la sandía aún no esté madura.

Pues esos son los tres métodos que suelo utilizar para saber si una sandía está madura, especialmente, el de observar el rabillo. No obstante, existen más métodos para determinar la madurez de las sandías como pasar la uña sobre la piel. Si esta se desprende fácilmente, entonces es probable que la sandía esté lista para cosechar. Otra característica propia de las sandías maduras, es que pesan más que las sandías inmaduras de mismo volumen

Como puedes ver, hay muchas características de las sandías maduras que podemos tener en cuenta para poder reconocerlas, aunque no es necesario tener en cuenta todos los métodos anteriores. En mi caso, fijandome en el rabillo y en el color de la corteza, me es suficiente para saber si una sandía está madura y con un margen de error ínfimo. Te aseguro que si sigues los consejos o métodos vistos en este artículo, no te equivocarás a la hora de cosechar las sandías buenas. Espero que te sirva de utilidad este post y gracias por pasarte por aquí.