¿Cómo sembrar ajos?
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El ajo es una planta muy fácil de cultivar y que no requiere de demasiados cuidados. La fecha idónea para la siembra de ajos es a mediados de otoño (noviembre) hasta principios de invierno (diciembre, enero) y no necesitará de mucho riego, ya que la mayor parte del desarrollo del ajo se realizará en los meses de invierno que es cuando las lluvias son más frecuentes y el frío hace que la tierra mantenga la humedad durante más tiempo. A continuación, te muestro el proceso de siembra del ajo.
En primer lugar, vamos a preparar los ajos para la siembra.
En esta fase, tomaremos las cabezas de ajos y las desgranaremos. Cada diente de ajo será una planta, ya que en el interior del diente se encuentra el germen. Seguro que has cortado un diente por la mitad y has visto un tallito verde que suele quitar a la hora de cocinarlo. Eso es el germen.
El segundo paso sería la preparación de la tierra
Una vez desgranados los ajos, tenemos que preparar o adaptar la tierra para su siembra. Los ajos al ser bulbos, necesitan de un tierra suelta. Por eso, es importante realizar una ara profunda para que puedan crecer las cabezas de ajos con facilidad. También se pueden realizar caballones o lomos de tierra donde pondremos nuestro líneo de ajos. Dependiendo de la anchura del caballón, se podrá poner un líneo, dos o incluso tres. Personalmente, prefiero hacer caballones para la siembra de los ajos.
El tercer paso sería la siembra
Lista la tierra, si has optado por hacer caballones, bastaría con hincar los dientes de ajos a lo largo del caballón, a una profundidad de al menos, 4 cms. La separación entre plantas será de 20 a 30 cms y la separación entre líneos, de unos 30 a 40 cms, para que después resulte más fácil labrarlos con una azada. Cabe recalcar, que cuado hinquemos el diente de ajo, la parte superior (la más estrecha del diente de ajos), debe apuntar hacia nosotros, ya que la planta del ajo sale por esa parte. Ya solo bastaria tapar los dientes con un poco de tierra.
Riego del ajo
Como ya se ha comentado con anterioridad, el ajo al sembrarse en otoño-invierno, es un cultivo que no requiere regarlos prácticamente, aunque va a depender de cómo venga el año. Si el año se presenta seco, pues será necesario de un riego, pero sin abusar, ya que tierra bastante humedecida puede hacer que nuestros ajos se pudran.
Mantenimiento del cultivo de ajos
La principal labor de mantenimiento va a consistir en labrar los ajos. Es bueno hacer varias labras a lo largo del desarrollo de los ajos, para evitar que proliferen malas hierbas y que la tierra se compacte. Con la labra, estamos aportando oxígeno a la tierra y va a recoger mejor el agua.